Castro, Rivero, Redondo, Rezza, Doria, Cundi, González, Ciriaco, Joaquín, Uría, Maceda, Morán, Quini, Ferrero, Mesa, Abel, Andrés, Valdés, Urbano, Gonzalo, Ferrero II, David y Javi. Estos nombres todavía se recitan cual Padrenuestro por innumerables aficionados del Sporting de Gijón, por haber protagonizado el mejor momento en la historia del club.
Fotografía de la plantilla del Sporting de Gijón que participó en el trofeo Teresa Herrera de 1979, en la que destaca la ausencia, por lesión, de Antonio Maceda
Era la temporada 1978-79, y el modesto conjunto asturiano le disputó la liga hasta el último momento a todo un Real Madrid, en un pulso que finalmente se decantaría a favor de los blancos por tan solo cuatro puntos.
El Fútbol Club Barcelona, entonces presidido por José Luis Núñez, pagó 480.000 euros del año 1980 por el traspaso del delantero sportinguista Quini
El subcampeonato de liga no supuso el punto final de este bravo Sporting, capaz de desarbolar a los rivales más temibles gracias a su fútbol rápido y directo que tenía en Enrique Castro Quini, máximo goleador de la categoría con 24 goles, a su punta de lanza. Ya sin El Brujo, que tomó rumbo hacia Barcelona, los gijonenses consiguieron una meritoria tercera plaza al año siguiente, unos éxitos a los que habría que añadir los dos subcampeonatos que logró tanto en la Copa del Rey como en el trofeo Teresa Herrera entre 1979 y 1980, y que pusieron punto final a una época gloriosa a la que solo le faltó un título para ser todavía más legendaria.
FUENTES: WIKIPEDIA | EL COMERCIO
