Entre todos los jugadores y entrenadores que han pasado por el trofeo Teresa Herrera en sus casi siete décadas de trayectoria hay unos que destacan sobre los demás por una razón muy especial: con los años, han terminado por dar nombre a estadios de fútbol.
El primero de esta lista es Valeri Lobanovsky (1939-2002), clásico ejemplo de un buen futbolista que acaba convertido en un entrenador todavía mejor, profesión a la que se entregó durante más de 30 años, de los cuales 21 dirigió al Dinamo de Kiev.
El estadio Valeri Lobanovsky tiene capacidad para casi 17.000 espectadores
Con el conjunto ucraniano consiguió una ingente cantidad de títulos, como la Liga y la Copa Soviética/Ucraniana –en 22 ocasiones-, la Recopa de Europa –dos veces- o el trofeo Teresa Herrera, torneo en el que compitió a principios de los años 80.
Está en marcha un plan para ampliar y modernizar el estadio Lobanovsky, que PODRÁ acoger casi 30.000 personas
Tan solo dos días después de su fallecimiento –que tuvo lugar tras una cirugía cerebrovascular, el 13 de mayo de 2002-, el Estado ucraniano le concedió a título póstumo el mayor honor de ese país, la medalla de Héroe de Ucrania, y la directiva del club al que entregó toda su vida rebautizó con su nombre el estadio en el que tantos éxitos había logrado, un coqueto y antiguo campo –fundado en 1934- con capacidad para 16873 espectadores.
FUENTES: WIKIPEDIA | WIKIPEDIA 2 | DIARIOS DE FUTBOL
