El gran Estrella Roja que permanece en la memoria colectiva es el de Prosinečki, Savićević, Pančev o Belodedici que ganó la Copa de Europa en 1991, un año antes de que todos esos tremendos futbolistas recalasen en los mejores conjuntos del viejo continente, coincidiendo con la guerra civil que terminó con la desintegración de Yugoslavia, incluyendo su liga de fútbol, que perdió a los conjuntos croatas, eslovenos y macedonios.
El “cerebro” detrás de aquel equipo era Dragan Džajić, que ocupó el cargo de director deportivo del club rojiblanco entre 1979 y 1998, año en el que accede a la presidencia. Pero la faceta por la que es realmente reconocido Džajić fuera de Yugoslavia es la de futbolista, pues está considerado como el mejor jugador que ha dado su país.
Džajić fue detenido en 2008 por fraude en el traspaso de Drulić al Zaragoza, pero el primer ministro serbio lo indultó y desde 2012 ocupa, por tercera vez, la presidencia del Estrella Roja
Extremo de clase mundial, 20 años antes de la gloriosa victoria del Estrella Roja por penaltis frente al Olympique de Marsella en el 91, llegó como líder de los suyos para enfrentarse al Deportivo de La Coruña en el Teresa Herrera cuando ya contaba en su palmarés con cuatro Ligas y otras tantas Copas de Yugoslavia, una Copa Mitropa y el Balón de Bronce de 1968.
FUENTES: WIKIPEDIA | WIKIPEDIA 2